jueves, 13 de febrero de 2014

Sirena





Te miré y te convertí en sirena y tú no te distes ni cuenta,

desde el noveno sobran precipicios para acariciar tu piel,

aun seguimos sintiéndonos en cada latido de locura,

te deslizas por mi piel

jugamos a ser dos gatos que no se quieren dormir,

y para qué dormir cuando teniendo

 los ojos abiertos

te veo.




Isabel efe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario