Convertimos la noche en primavera ,
justo después de coser los gemidos a la cama,
mi pelo se enrredó entre tus manos,
mientras tú me ponías una flor.
Dormias y te escribí un poema con barra de labios en la espalda y ni cuenta te distes,
te lo recité al odio durante te acariciaba siguiendo cada línea con mi dedo índice,
no despiertes,te susurré , en los sueños existe la felicidad,
solo ahí podemos ser.
No quiero volver a imaginarlo quiero que está vez sea de verdad.
Isabel efe
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