Te coji el corazón de la mano una noche que tu, ni cuenta te diste,
Quizás fue la música la culpable de tu despiste.
Somos dos universos infinitos,
Lo ves, te lo dije, te perdistes.
Ahora mi mano es de cristal,
Y no está,
Por que tu la soltaste,
Y se partió en pedazos.
Recuerdo que siempre te olía el pelo a sal,
tus ojos ya van río abajo,
¿quién te los volverá a mirar?
Isabel efe
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